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Mostrando entradas de enero, 2013

Consideraciones sobre Spore - 1 Introducción y Estadio celular

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Introducción Imposible olvidar la primera experiencia con Spore : los jugadores veteranos nos caracterizamos por la tendencia a la picardía -el placer de poner a prueba un juego-, así que cuando inicié mi odisea celular pensé: ¿quién necesita ojos? y gasté mi pequeño bagaje energético en unos imponentes pinchos. Para mi sorpresa, el juego me respondió: mi antigua visión completa de la pantalla se redujo al mínimo y convertido en una pequeña bola puntiaguda y ciega, un depredador, al que por supuesto no vi llegar, terminó con mi especie miserable. Un juego que empieza de esta manera tiene que ser muy bueno para mantener la apuesta: en la mente del jugador empiezan entonces a surgir posibilidades y aunque en este espacio intentamos siempre juzgar por lo que se ofrece y no por lo que se espera, Spor e entra muy pronto en el peligroso juego de prometer mucho más de lo que es capaz de dar.  Y acaba, irremediablemente, perdiendo. 5 juegos en 1 Puede que la analogía con esos Ju

Contracrítica: The Cave

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De vez en cuando consideraremos pasajes de crítica de videojuegos que nos hayan resultado de interés —positivo o negativo—, bajo la convicción de que la salud cultural de cualquier corriente artística depende también del nivel de su crítica. Aunque entendemos que la superficialidad de la mayor parte de la crítica viene marcada por la necesidad de estar a tiempo para los lanzamientos y servir así de recomendación de compra, no podemos sino hacer notar las distorsiones 1 que termina produciendo a la larga esta tendencia en un arte-industria determinado. *** Con la reciente publicación de The Cave , la aventura de Ron Gilbert en colaboración con Double Fine Productions, se han sucedido los análisis de la misma. El siguiente pasaje me ha parecido de especial interés (los énfasis son míos): "Los acertijos en sí mismos como decimos son lo mejor del juego, muy simpáticos y sorprendentemente lógicos , nada que ver con anteriores juegos de Ron como Maniac Mansion o Monkey I

Breve comentario sobre Pullblox

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Pullblox se molesta en dar contexto visual a sus reglas con una vocación icónica, pero, aunque su aspecto sirva de atractor, éste no busca sostener en absoluto la experiencia lúdica: es mediante la resolución de sus puzles, pequeños problemas espaciales, que Intelligent System pretende ganarnos. ¿En qué consiste este reto intelectual? En reconstituir una estructura tridimensional, tirando y empujando de los bloques que la conforman, a fin de poder llegar del suelo a la meta. Son perceptibles algunos rasgos genuinamente propios de Nintendo, como la inclusión de un avatar que hace menos abstractas las reglas de movimiento del jugador, la sencillez e intuitividad de las mecánicas producto de ello, la inclusión de mecánicas oblicuas (en este caso pequeñas exigencias de habilidad en el salto que dan cierta variedad al foco esencialmente intelectual), el cuidado en el diseño de los niveles —aquí los propios puzles— y la introducción de elementos de forma gradual que aportan variedad

Breve comentario sobre Botanicula

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Un pasatiempo estilizado Inmersos en mundos de complejidades, en ocasiones olvidamos lo esencial, la primera fascinación ante un videojuego, que aquel mundo al otro lado de la pantalla, ya sea un fondo negro con dos palos blancos, parece entenderme: me responde. Machinarium , el anterior juego de Amanita design, adquirió un poco por inercia dejes de aventura gráfica: puzles con más de dos grados de profundidad, que abarcaban distintas localizaciones, en los que era mínimamente necesario observar, pensar, deducir, aplicar. Lo cierto es que como aventura no funcionaba demasiado bien y siempre es de apreciar el creador que intuye —o comprende— qué clase de juego quiere crear y, a pesar de las alabanzas, que fueron muchas y tal vez excesivas, es capaz de dar un paso atrás, para rencontrarse .  Porque Machinarium funcionaba, como sus Samorost , y como este Botanicula , cuando permanecen en los límites de su sencillez: un pequeño mundo encantador que quiere contarnos su humilde