Breve comentario sobre Pullblox
Es en esto último donde Pullblox termina muy pronto no teniendo demasiado que ofrecernos y, una vez que nos ha presentado, suave y gradualmente, un par de nuevos elementos —los tubos de transporte, los interruptores de colores— se limita a intensificar un reto que consiste esencialmente en aumentar la profundidad de sus puzles: aumentar los pasos a realizar y, por tanto, la dificultad de preverlos, para superar el MISMO problema intelectual. Como un juego de naves con dos o tres tipos de enemigos, cuyos últimos cien niveles consistieran únicamente en aumentar su número o su velocidad, Pullblox pretende ser estimulante sólo a través del reto y, aunque lo consigue en más de una ocasión, no puede evitar resultar repetitivo y así, como pasatiempo intelectual, sólo funciona en partidas breves y dosificadas.
PS. Sabedor de su dependencia del contenido diseñado —aunque este es abundante y más que sólido— Pullblox ofrece además un editor de estructuras y niveles, básico y funcional, facilitado por la naturaleza modular del juego. Como es habitual, los jugadores lo han utilizado más para demostrar su creatividad con auténticas virguerías visuales que para producir retos interesantes.
Comentarios
Publicar un comentario