Consideraciones sobre Spore 1- Introducción y Estadio celular

Imposible olvidar la primera experiencia con Spore : los jugadores veteranos nos caracterizamos por la tendencia a la picardía —el placer de poner a prueba un juego—, así que cuando inicié mi odisea celular pensé: ¿quién necesita ojos? Y gasté mi pequeño bagaje energético en unos imponentes pinchos. Para mi sorpresa el juego me respondió: mi antigua visión completa de la pantalla se redujo al mínimo y, convertido en una pequeña bola puntiaguda y ciega, un depredador al que, por supuesto, no vi llegar terminó con mi especie miserable. Un juego que empieza de esta manera tiene que ser muy bueno para mantener la apuesta: en la mente del jugador empiezan entonces a surgir posibilidades. Y aunque en este espacio intentamos siempre juzgar por lo que se ofrece y no por lo que se espera, Spore entra muy pronto en el peligroso juego de prometer mucho más de lo que es capaz de dar. Y acaba, irremediablemente, perdiendo. 5 juegos en 1 Puede que la analogía con esos "juegos reunidos...